- Sempervivum Cactus y suculentas
CONSEJOS PARA DECORAR TU MESA NAVIDEÑA

Ya estamos a las puertas de la Navidad. Decoras la casa, pones el árbol, quizás el Belén y te dedicas a pensar en el menú de Nochebuena y de Navidad porque este año… ¡toca en tu casa!
No te vamos a decir qué poner dentro de los platos pero sí unos prácticos consejos sobre cómo debe ser tu mesa de Navidad para que quede perfecta. Ahí va:

Lo primero que debes hacer, antes de ponerte a imaginar la mesa, es pensar en el menú, porque eso determinará la vajilla, cubertería y cristalería que necesitarás. Evidentemente, dictará el orden en la mesa si se trata de una cena sentados o si es un buffet. Un consejo: la mesa debe ser funcional, todo lo que se ponga debe ser útil.

Otro básico: el mantel, siempre impoluto de manchas y planchado. ¿Quieres poner un mantel de papel o de plástico? Si tus comensales son jóvenes y hay niños, quizás es lo más apropiado y de hecho, los hay muy bonitos. Evidentemente, si tus gustos son más clásicos, deberá ser de tela. EnNavidades todo se acepta, siempre hecho con buen gusto.

Combina diferentes vajillas: Puedes ponerla combinándola con esos platos de diseño que tanto te gustan. Es algo que se lleva, basta con echar un ojo a los restaurantes más caros para comprobar que los chefs también lo hacen.

¿Es cena? Pon unas velas encendidas, son acogedoras y dan calidez al ambiente.
Flores frescas, siempre: aunque sean unas simples margaritas. Las flores siempre dan vida a tu mesa. Eso sí: escoge unas que no sean muy aromáticas para no tapar el aroma de tus platos.

Mesa recargada o mesa zen? Pues va en gustos pero en Navidad se acepta lo recargado. Puedes poner desde adornos navideños, lazos y un centro de mesa, si te va lo recargado. Si buscas algo más zen, echa mano del ikebana, el arte floral japonés que es tan elegante.
¿No tienes cubertería de plata? No pasa nada: en la mesa de Navidad no hace falta lujo desmesurado, lo que sí se necesita es entusiasmo. Una mesa sencilla puede ser muy bonita con unos simples detalles.
Muletón, un básico: quizás no hayas oído hablar de esta tela. Se usa debajo del mantel para proteger la mesa y le da además un aspecto más mullido al conjunto global. Mejor que sea plastificado, evitará manchas en la mesa.
Y, hablando de manchas, evita servir el vino en la mesa: mejor ponlo en un decantador para evitar las manchas de vino (que tanto cuesta quitar después).

Si ves que el conjunto queda muy recargado una vez que la has montado, no tanto en sí por los adornos, sino por la vajilla y cristalería, siempre puedes, si tienes espacio, poner una mesa de apoyo.
No todo tiene por qué ser de tono dorado y plateado: hay otros colores en la paleta como por ejemplo el berenjena y el azul. Se trata de conseguir bonitas combinaciones.
¿Copas para los niños también? Pues por qué no: si ya son grandes, les gustará brindar con bebidas no alcohólicas servidas en copa.

La mesa debe reflejar tu personalidad: es decir, que si no eres clásico buena gana de poner la cubertería de plata y la vajilla decimonónica. No te fuerces: que la mesa sea un reflejo de tus gustos.